Desde hace mucho tiempo, Sidel ha basado sus esfuerzos respecto de la sostenibilidad en ocho pilares fundamentales, que incluyen aspectos centrados en los productos, como la seguridad alimentaria, la sostenibilidad del envasado y de los equipos (procurando evitar todo tipo de desechos, minimizar las emisiones de gases de efecto invernadero y reducir el consumo de agua y de energía) y una gestión sostenible del ciclo de vida de los recursos de sus clientes. «Al firmar el Compromiso Global de la Fundación Ellen MacArthur, hemos dado otro paso importante hacia un futuro más sostenible. Junto a nuestros clientes y socios comerciales deseamos cumplir una función clave en cuanto al abordaje de los crecientes desafíos que presentan el envasado, la seguridad alimentaria y el impacto medioambiental», sostiene Luc Desoutter, Sustainability Officer de Sidel.
La recolección como aspecto central de un mejor reciclado
Tan solo el consumo de bebidas envasadas muestra una tendencia constante de crecimiento de un 2.5 % anual en todo el mundo y de un 1.3 % por año en Europa. En gran medida, esta trayectoria ecológica se apoya en el uso del PET como embalaje primario. Gracias a las propiedades exclusivas que presenta el PET en cuanto a la seguridad alimentaria, la comodidad, la flexibilidad de diseño, la transparencia, el costo y, especialmente, la capacidad de reciclado en un circuito cerrado, alrededor de un 37 % de todas las bebidas se envasan en ese material.[1]